Queridas Mujeres,
Septiembre es el mes de la siembra en la tradición agrícola. Es el tiempo también en el que se renovaban los contratos anuales a los mozos en las casas grandes de labradores. Es el momento en el que entregar, de nuevo, las semillas a la Tierra y sembrar con ellas los propósitos que deseemos materializar en nuestras vidas.
Las Cuevas y Piedras ancestrales de la Fertilidad serán honradas de nuevo como antiguos santuarios, con rituales sencillos, reflejo de la vida sencilla que llevaban nuestros antepasados y antepasadas. Será el momento de entregar nuestros pasos como ofrenda para acceder a esa dimensión misteriosa que habita en todos los lugares de la peregrinación.
Todos los lugares sagrados exigen un acercamiento ritual.
Es necesario para ir deshaciéndonos de todos los temores y dudas y llegar sin reservas.